La promesa de la ciudadanía por derecho de nacimiento ha protegido a millones de familias durante casi 160 años. La semana pasada, el Tribunal Supremo facilitó el ataque a esa promesa.

Es un momento aterrador, por lo que queremos desglosar lo que sabemos hoy, lo que está en juego en los próximos días y cómo CIRA seguirá luchando por el derecho de todas las familias a pertenecer a una familia.

• Con su decisión del 27 de junio en el caso Trump contra CASA, el Tribunal Supremo limitó la capacidad de los jueces federales para dictar medidas cautelares a escala nacional. Las medidas cautelares son cuando un tribunal ordena a alguien o al gobierno hacer algo o dejar de hacer algo. Han sido una herramienta clave para evitar que políticas perjudiciales como la revocación de la ciudadanía por derecho de nacimiento entren en vigor en todo el país.
  
  
• El Tribunal Supremo no se pronunció sobre la constitucionalidad de la orden ejecutiva que pone fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento. Pero al anular las medidas cautelares a nivel nacional, abrió la puerta para que la orden siga adelante en decenas de estados de todos modos, potencialmente tan pronto como a finales de julio.
  
  
• Esto significa que, en lugar de una sentencia que proteja a todos, las nuevas batallas legales se desarrollarán estado por estado o como demandas colectivas. Esa labor ya está en marcha.
  
  
• A pesar de la decisión, la ciudadanía por derecho de nacimiento sigue vigente por ahora. Cualquier niño nacido en Estados Unidos sigue siendo ciudadano estadounidense, independientemente de la situación migratoria de sus padres.
  
  
• El verdadero efecto práctico de esta decisión es que en el futuro será más difícil bloquear las políticas ilegales que atacan a las comunidades de inmigrantes y refugiados.
  
  

Seguimos muy de cerca la evolución de este caso y su impacto duradero, y compartiremos más información a medida que se desarrolle esta lucha. Por ahora, no dejaremos de defender los derechos y la dignidad de nuestros vecinos inmigrantes y refugiados.