Para muchos nuevos estadounidenses, el camino hacia la ciudadanía es largo. Los inmigrantes que solicitan la naturalización deben rellenar largas solicitudes, someterse a una entrevista con un funcionario del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU., hacer un examen de civismo y mucho más. Al final de este proceso, los nuevos ciudadanos asisten a una ceremonia de naturalización en la que se celebra su duro trabajo y se les declara oficialmente ciudadanos estadounidenses naturalizados. Para los inmigrantes del Panhandle, la celebración en persona de este trascendental acontecimiento suponía largos viajes a Denver u Omaha.
Valeria Rodríguez, representante acreditada por el DOJ en el CIRA con sede en Scottsbluff, quería llevar a casa estas significativas ceremonias. Gracias a su trabajo, Rodríguez conoció a Andrew Lambrecht, director de la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. en Denver. Gracias a su colaboración, le propuso la idea de celebrar una ceremonia en Scottsbluff. Tras una visita sobre el terreno, Lambrecht vio el potencial que Rodríguez había reconocido hacía tiempo y estuvo de acuerdo en que el Monumento Nacional Scotts Bluff sería un lugar estupendo para la ceremonia.
El rumor sobre el lugar de la ceremonia en junio creció, y algunos miembros de la comunidad pospusieron su naturalización para poder asistir a la ceremonia local con sus familias.
"Sabiendo que podían hacerlo aquí, en casa, en un lugar tan histórico para nosotros y que representa a nuestra comunidad, dijeron: '¿Sabes qué? Voy a esperar. Voy a esperar tres meses para hacerlo en casa con mi familia y los miembros de la comunidad para celebrarlo juntos", dijo Rodríguez.
El 13 de junio, 13 miembros de la comunidad de México, Cuba, Honduras, Perú y la India prestaron juramento para convertirse en ciudadanos estadounidenses en la primera ceremonia de naturalización en el Monumento Nacional de Scotts Bluff. La alcaldesa de Scottsbluff, Jeanne McKerrigan, el alcalde de Gering, Kent Ewing, y Lambrecht asistieron a la ceremonia para felicitar a los nuevos ciudadanos estadounidenses de la comunidad.
Rodríguez está entusiasmada de que estas ceremonias continúen en su comunidad. "Esta es la primera y no será la única. Hemos visto mucho entusiasmo en nuestra comunidad y motivación para que las personas soliciten su ciudadanía."
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